Una vez ratificada la hoja de ruta para
suprimir la particular Directiva 2000/84 / EC del Parlamento Europeo y del
Consejo, relativa a las disposiciones sobre la hora de verano; ahora el debate
es en qué horario deberíamos situarnos. Jean-Claude
Juncker ha aventurado a proponer el horario de verano para
el conjunto de la Unión Europea, si bien no sería del todo conveniente esta
iniciativa.
El pasado abril en Barcelona, la Sociedad
Española de Sueño (SES) llegó a la conclusión de que era mejor
mantener el horario de invierno, debido a que en caso contrario los días
de invierno serían demasiado oscuros a primera hora, con lo que se tendería a
retrasar aún más los horarios por la noche. Ahora bien, según la SES, ambos
horarios tienen pros y contras. A nivel europeo, tampoco tiene tanta
trascendencia qué horario se escoge, aunque siempre se debe asumir que
para un mismo horario oficial, las personas que viven más al este se levantan
antes y las que viven más al oeste lo hacen más tarde, por la luz del
sol.
Si mantenemos el horario de verano todo el
año, los estudiantes, especialmente los adolescentes, llegarían al centro
educativo a oscuras en algunos días de invierno, ya que el sol
podría salir... ¡a las 9.15 horas! Esto llevaría dificultades a
todos los niveles, probablemente en el rendimiento escolar, ya que mermaría su
capacidad cognitiva a primera hora de la mañana. Algo parecido pasaría en los
centros de trabajo. También habría un problema con la luz de la mañana que
repercutiría negativamente en cómo descansaríamos la noche. Lo que nos cuentan
los cronobiólogos es que la calidad del impacto de la luz por la
mañana está directamente vinculado con la capacidad de segregación de
melatonina por la noche. O sea que si recibimos poca luz por la mañana, la
calidad del sueño puede disminuir aún un poco más.
Por otra parte, el anuncio del presidente de
la Comisión Europea vuelve a abrir en nuestro país el debate sobre el
huso confuso. Hay quien piensa que España debería volver al horario de
Londres, que es el mismo de Portugal o Marruecos, pero no resolveríamos los
retos en productividad o salud solo haciendo este cambio. Francia, Bélgica,
Luxemburgo, Holanda y Argelia (por influencia francesa) también deberían
estar en el horario de Greenwich y no es así, y efectivamente no
tienen los problemas que tenemos nosotros: jornadas partidas e interminables,
retraso de comidas a franjas poco saludables, reducción de las horas de
descanso... Desde el punto de vista estratégico y económico la pregunta
que nos deberíamos hacer es si nos conviene estar en el horario del 'brexit' o
de Portugal o nos conviene estar en el horario de Francia, Italia, Alemania y
el Benelux. Las organizaciones empresariales parecen tenerlo claro. Difícilmente
se provocará un cambio de huso por parte del Gobierno central sin su visto
bueno
Finalmente, cabe destacar que este proceso es
un triunfo del asociacionismo europeo en materia horaria y de uso del tiempo.
Su movilización ha llevado a introducir el debate inicialmente en el
Parlamento Europeo (febrero del 2018) y el posterior posicionamiento de la
Comisión Europea, acompañada de una encuesta
en la que han participado cerca de cinco millones de ciudadanos
europeos.
Publicat el 31 d'agost de 2018 a El Periódico
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