Las turbulencias financieras están poniendo en peligro los cimientos de la Unión Europea. Estas son las instituciones, los foros y las cuestiones de los que depende su supervivencia.
CUMBRE EUROPEA
El máximo foro político
Es el nombre que también se emplea para el Consejo Europeo que reúne a los 27 Jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea. Presidido por Herman Van Rompuy, cuenta también con la participación del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y, si se abordan asuntos económicos y monetarios, del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Es el máximo órgano político de la UE. Si se considera el elevado número de sus miembros se aprecian las dificultades de establecer verdaderos debates, pues las intervenciones están forzosamente limitadas a muy pocos minutos. La crisis ha multiplicado el número de sus reuniones, aunque algunas de ellas, como las dos últimas, son bastante fallidas. El Tratado exige cuatro reuniones anuales, pero en 2008, el Consejo se reunió siete veces y en 2009 y 2010, seis cada año. Cada vez con más frecuencia se realizan cumbres del euro, a las que solo asisten los líderes de los 17 países de la moneda única.
PODERES DEL BCE
El último prestamista
Uno de los puntos clave de la próxima cumbre es lograr que Alemania permita al BCE actuar como “prestamista de última instancia”. Es decir, que funcione como los demás bancos centrales de los países occidentales (Reserva Federal de Estados Unidos, Banco de Inglaterra o Banco del Japón). Ello permitiría al BCE comprar toda la deuda soberana que fuera necesario, lo que desanimaría a los especuladores y facilitaría la rebaja de los tipos de interés. España paga un 6% por su deuda pública, que es inferior en relación con el PIB a la de Reino Unido o a la de Estados Unidos, aunque estos solo pagan poco más del 2%. En estos países el banco central compra toda la deuda que haga falta. Los estatutos del BCE, inspirados por la experiencia de la inflación galopante en Alemania de los años veinte del pasado siglo, que condujo al nazismo, centran sus responsabilidades en la contención de la inflación. A pesar de ello, desde mayo de 2010 el BCE empezó a comprar deuda de Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia, convirtiéndose en el verdadero garante del euro. Hasta el momento ya ha invertido unos 200.000 millones en estas compras. Su presidente ha insinuado que podrá actuar con más contundencia si los Estados asumen un mayor compromiso fiscal.
DIRECTORIO FRANCO-ALEMÁN
Los verdaderos jefes
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, son los verdaderos mandatarios de la UE. Ambos han aprovechado la crisis para extremar su visibilidad y exhibir su poder e influencia, adoptando decisiones que en ocasiones han supuesto una clara desautorización de Van Rompuy y Barroso. Han institucionalizado las reuniones bilaterales como la que mañana mantienen en París para preparar la cumbre. En 2010 han sido significativas las reuniones de Berlín (14 de junio); Deauville (18 de octubre) y Friburgo (11 de diciembre), o la de París del pasado agosto, en la que lanzaron el gobierno económico de la zona euro.
UNIÓN FISCAL
Control de presupuestos
La otra cara de la negociación de esta cumbre es el logro de una Unión Fiscal o Unión Presupuestaria. Es la condición implícita que exige Merkel para aflojar las riendas al BCE. Aunque en teoría es independiente, sus componentes no mueven un dedo sin mirar antes a Berlín. La Unión Fiscal significaría un control de los presupuestos nacionales por parte de Bruselas, con poder para modificarlos y un endurecimiento de las sanciones (incluida la pérdida de voto en los Consejos o la imposibilidad de recibir fondos comunitarios) a los países que infringen los límites de deuda o déficit fijados en el Pacto de Estabilidad. Para efectuar estas tareas se nombraría un ministro del euro o supercomisario, como el vicepresidente Olli Rehn pero con máximos poderes, y se establecería la posibilidad de demandar ante el Tribunal de la UE a los países infractores.
PACTO DE ESTABILIDAD
Nuevas sanciones
Regula los límites máximos de déficit (3%) y deuda (60%) en que pueden incurrir los Estados. Aunque se establecían sanciones pecuniarias a los infractores, hasta ahora nunca se han aplicado. Entre 2000 y 2007 ha sido vulnerado más de cien veces. Francia y Alemania, 14 veces cada uno, y España, cuatro. En septiembre se reforzaron y ampliaron las sanciones, incluyendo las de desequilibrios macroeconómicos, pero ahora se quieren endurecer aún mucho más.
GOBIERNO DEL EURO
Otro paso de integración
Lanzado por Merkel y Sarkozy el pasado 16 de agosto, estaría formado por los jefes de Estado o de Gobierno de la zona euro, que se reunirían dos veces por año, y presidido por Van Rompuy. Ambos líderes piden que la regla de oro del equilibrio presupuestario se inscriba en las Constituciones de los países miembros, se establezca una tasa a las transacciones financieras, y un tipo y base común para el impuesto de sociedades.
FONDOS DE RESCATE
A la espera del FMI
En mayo de 2010, tras la primera tormenta de deuda, se aprobaron dos fondos temporales para ayudar a los países que no se podían financiar en el mercado. El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) con 440.000 millones, que obtendrá fondos del mercado con garantía de los Estados, y el Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera (MEEF), con 60.000 millones y con garantía de la Comisión Europea. Ambos serán sustituidos a partir de 2013 por el fondo permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), con un capital suscrito de 700.000 millones, para que tenga una efectividad de 500.000. Los intentos de potenciar el FEEF para atender las posibles necesidades de Italia y España han fallado. China, Brasil y México han declinado poner dinero al ver que los miembros de la UE no se arriesgaban. La UE busca ahora financiación en el Fondo Monetario Internacional.
EUROBONOS
Garantía solidaria
La Comisión Europea ha presentado una propuesta para realizar emisiones conjuntas de deuda europea que sustituirían a la nacional de cada país. Sugiere varias posibilidades: sustitución total o parcial de la deuda nacional hasta el 60% del PIB, con garantía solidaria de los países de euro, o emisión coordinada con garantía proporcional a las necesidades de cada Estado. En todos los casos, sobre todo en el primero, se logra una importante rebaja de los tipos de interés y un mercado con una gran liquidez.
CAMBIOS EN EL TRATADO
Obstáculos legales
Muchas de las propuestas señaladas, como la Unión Fiscal o las dos primeras formas de eurobonos, requieren una reforma del Tratado. Se barajan tres opciones. Una reforma general, lo que implica la convocatoria de una Conferencia Intergubernamental, con varios años de trámite; un cambio a través de un protocolo, para lo que se puede aprovechar el Tratado de Adhesión de Croacia que se aprobará el viernes, y un Tratado Intergubernamental expreso sin tener que pasar por la reforma del Tratado.
El País, 5 de desembre de 2012
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